Haciendo un poco de historia nuestro país cuenta con tres iniciativas que cabe mencionar a la hora de hablar sobre TIC. En primer lugar está Enlaces, luego la campaña de Alfabetización Digital y hoy en día Estrategia Digital, y en esto llevamos 16 años. Las tres iniciativas son de origen gubernamental y han considerado y consideran a toda la sociedad chilena, se han gastado millones y millones de dólares, se han escrito miles de papers, libros, páginas webs, foros, etc., se han hecho charlas, conferencias, etc. Y hoy, después de todo esto somos realmente una sociedad digitalizada, hemos traspasado la berreara de la tecnología, hemos ido desde las Tecnologías de la Información a las Tecnologías del Conocimiento. Producimos profesionales sincronizados con la tecnología como una herramienta de conocimiento y de investigación. Nos destacamos por nuestros innovadoras formas de utilizar la tecnología. Ha mejorado la calidad de vida de nuestros ciudadanos gracias a la tecnología. Clara y lamentablemente no. Y no quisiera considerar aquí a todas las iniciativas independientes como por ejemplo las que desarrollan colegios privados que a lo largo de toda la enseñanza consideran la utilización de las TIC casi de forma obligatoria, obteniendo así sus alumnos un dominio de la tecnología que ve sus frutos a la hora de llegar a los estudios superiores y a la vida profesional. Claro que estos corresponden a una minoría.
Pero qué pasa con el resto de la población, con la inmensa mayoría. Se encuentran ellos en un nivel de desarrollo y dominio apropiado en cuanto a las TIC. Y con esto no me refiero a tener un computador o utilizar Facebook con el único propósito de entretenerse, sino que de tal forma que mejore la calidad de vida del individuo, ya sea optando a un mejor empleo o mejorando en el que ya está, y como consecuencia de la sociedad en la que vive, debido a que en la medida que integramos las TIC a nuestro diario vivir, podemos acceder a conocimiento de mejor calidad y así desarrollarnos como individuos y como nación.
Me parece que las iniciativas antes mencionadas equivocan el camino, es cierto, tenemos algunos avances, pero creo que después de 16 años son insuficientes. Tenemos la tecnología al alcance de la mano, está ahí, por primera vez en la historia, no le pertenece a un país rico o poderoso, está ahí, para cualquiera que desee tenerla. Y entonces, la paradoja, no la utilizamos, porque no queremos o no sabemos, y lo que es peor, la despreciamos. Una vez más la negligencia y la pereza nos mantiene en el subdesarrollo.
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